Ir al contenido principal

HASTA SIEMPRE COMPAÑERO MARIO BENEDETTI

Pasatiempo

Cuando éramos niños
los viejos tenían como treinta
un charco era un océano
la muerte lisa y llana
no existía
luego cuando muchachos
los viejos eran gente de cuarenta
un estanque era océano
la muerte solamente
una palabra
ya cuando nos casamos
los ancianos estaban en cincuenta
un lago era un océano
la muerte era la muerte
de los otros
ahora veteranos
ya le dimos alcance a la verdad
el océano es por fin el océano
pero la muerte empieza a ser
la nuestra.

Mario Benedetti


Comentarios

Anónimo ha dicho que…
El camino está cada vez más cerca.
Por suerte algunos van iluminando.

Querido Mario:

Después de haberme bien aprovechado
del buen trato que usted daba
a la palabra,
me pasé persiguiendo a sus colegas:
a los menos conocidos
los mucho más complicados.
Y le confieso que muy pocas veces
obtuve placer al descifrarlos
y otras muchas
oculté que no podía soportarlos.
Allí quedó su Inventario
destruido por el uso desatado
que le dio mi mujer
con sus alumnos.
Y allí, pido perdón,
está el segundo
Inventario todavía empaquetado.
En fin,
usted se ha muerto y cada día
repito y repito las rutinas
de oficinas.
Y ya no sé enfermarme/enamorarme,
mi juventud
fue una Laura Avellaneda.
Y cada hombre que mira
tiene los ojos puestos
allí donde más ausente estuve.
Pero estoy repitiendo esos tributos
económicos robando al tributado,
vuelvo a pedirle perdón y digo:
no esquivé tantas penas avisadas
lo leí sin creer, sin hacer caso.
Chau, querido Mario,
disfrute Usted
escribiendo allá en los baños
donde se van a aliviar
los angelitos.
Dios va a verlos salir
algo cambiados
palpadores de nalgas… decidores.
Y el de las llaves
tendrá gruesa puteada:
_ Fijate Pedro a quién dejás pasar
que la tropa celestial
parece alzada.

Oscar - 2/05'09
oscar barrionuevo ha dicho que…
grande maestro

Entradas populares de este blog

Mercedes Yampa - Topo Encinar

El Topo Encinar y Néstor Soria se encuentran en esta zamba para resolver un hermoso tema que pasa a engrosar el patrimonio de los tucumanos.Con ese tránsito de imágenes que caracteriza a Soria, va creciendo la "triste" historia de Mercedes Yampa.Un escenario que no le es desconocido a Soria, se vuelve mágico y permanente al cobrar el valor espiritual de la cruz de Yampa. La melodia de esta zamba, de candencia golpeante, reafirman la grandeza del Topo Encinar como uno de los compositores más importante de esta provincia. Mercedes Yampa (Zamba) es uno de los temas que pertenece a "Así sea", el último trabajo discográfico de Encinar y que fue presentado exitosamente hace poco tiempo en nuestra provincia. En este tema en cuentión es acompañado por la guitarra del maestro Juan Falú. En el video posteado vemos al Topo Encinar cantando en Managua, acompañado por Patrcio Gómez Saavedra.

CUENTO: Independiente mi viejo y yo, de Eduardo Sacheri

Este post es dedicado a mis amigos hinchas de Independiente “Mirá que esta noche es el partido”, me dijo él. Hizo bien porque uno, a los cinco años, no tiene una conciencia cabal de la periodización del tiempo. Como mucho distingue el sábado y el domingo, porque esos días no hay que ir al jardín, y papá se queda en casa a jugar con uno. Pero con los otros días y las otras noches, la cosa se complica. Por eso sin la advertencia de papá, hecha con el beso de recién llegado del atardecer, yo habría pasado por alto la infinita importancia de esa noche.Los preparativos fueron los de siempre. Mientras él encendía el Stromberg-Carlson con suficiente antelación para darle tiempo a las válvulas, yo le pedí a mamá la ropa apropiada para el evento. Primero se negó a lo del pantaloncito corto, aduciendo que era invierno y que hacía mucho frío. Yo argüí hasta el cansancio que los jugadores juegan con pantalones cortos, y al aire libre. Una salomónica intervención de papá desempantanó por fin el ple...
Poema 56 encarcelarme en mi locura en el odio a este gris, sin alas, sin versos, sin coartadas ni estrategias, sin ilusiones, sin plazas, sin ojos que me amen. en esta noche no quisiera llover mi lástima ni siquiera que esta mano me perdone. Del libro: "El otoño eterno y otros apuntes del viaje" por Oscar Barrionuevo Arte: Mario Gabriel Acosta