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Mostrando entradas de 2020
Poema 56 encarcelarme en mi locura en el odio a este gris, sin alas, sin versos, sin coartadas ni estrategias, sin ilusiones, sin plazas, sin ojos que me amen. en esta noche no quisiera llover mi lástima ni siquiera que esta mano me perdone. Del libro: "El otoño eterno y otros apuntes del viaje" por Oscar Barrionuevo Arte: Mario Gabriel Acosta

Ellas

Ellas El Otoño Eterno y otros apuntes del viaje por Oscar Barrionuevo cada una de ellas me imaginó y me soñó distinto, hasta hicieron lo imposible para cambiarme. pero, sólo pude ser este muchacho que juega a salvar sonidos que dibuja un tren de palabras que descuelga el sol y se pierde con los ojos de la noche (Foto: Gerson Ferreira)
ORACIÓN A LA BANDERA Fue en 1988. Presentábamos y con mi  hermano, siempre Presente, Julio Leite nuestro libro compartido "Primeros Fuegos". Quien había viajado hasta Río Grande , Tierra del Fuego, Fue nada menos que el gran Poeta Armando Tejada Gómez. Julio y yo éramos muy jóvenes, Armando ya era el gran poeta de América. Lo que quiero contarles comenzó a suceder en el bar "Roca". Habíamos quedado en un mano a mano de ginebras. Hacía frío. Me contó muchas historias, de cómo habian nacido sus canciones más famosas: canción Con Todos, Canción de la Ternura, Canción de las simples cosas y otras. Ya puesto un buen abrigo de ginebra salimos a pelearle al frio. Armando ya había publicado su libro "Bajo Estado de Sangre". Una de las poesías que pertenecen a esta obra es "Oración a la Bandera". Cruzamos en diagonal la plaza central y al llegar al mástil de la bandera me dijo ¿Oscarcito, querés que te recite la Oración a la Bandera?. Yo le dije
"Mi propósito es escribir con naturalidad y sencillez" - Roberto Reynoso La primera vez que viaje a la feria del libro de Buenos Aires fue con mi amigo Roberto Reynoso. Fuimos en el tren Estrella del Norte. Yo era muy joven y él presentaba su primer libro. Han pasado muchos años. Hoy La Gaceta, puntualmente otro amigo  y escritor Roberto Espinoza, publicó una entrevista. Es un placer publicarla en mi blog. Su voz comenzó a repulgar sus versos en Famaillá. La juvenil militancia política fue tragada por la oscura sordidez de la última dictadura militar. Fue entonces cuando sintió la necesidad de emancipar sus poemas. “Saberse en un lugar llega por los pies o llega por estarse o viene de llegarse en ese rato que el destino subordina la mirada a descarnarse y es tan más allá de todo el tiempo que nos achica el pecho en ese acaso en que el mundo irá matando el cuerpo y los gritos que ocupamos”, dice el escritor  Roberto Reynoso  (1958). El autor de “La hunder
El Tucumanazo -  Horacio Elsinger El 10 de noviembre el movimiento estudiantil tucumano con el apoyo de distintos sectores populares puso en marcha una protesta que superó a las fuerzas de seguridad locales se adueñó de las calles de la ciudad y obligó al gobierno de la dictadura militar a recurrir a la presencia de la gendarmería y a un cuerpo especial de la Policía Federal. La pueblada que se extendió por cuatro días, del 10 al 13 de noviembre, pasó a la historia como el Tucumanazo y se inscribe dentro de una serie de grandes levantamientos populares contra la dictadura militar de entonces que se iniciaron con el llamado Cordobazo, el 29 de Mayo de 1969. El Tucumanazo y el Cordobazo cambiaron la relación de fuerzas entre el bloque de poder y los sectores populares a favor de estos últimos y abrieron un nuevo ciclo político y social en el país. El Tucumanazo fue la manifestación, en las calles de nuestra ciudad, de la alianza entre vastos sectores de las clases medias y o
TODO VUELVE Vuelve hacia nosotros pero nunca se sabe De dónde nace si todo finalmente termina? Acaso, hay algún lugar inconcluso en ese camino? quizás Un nido desecho? Una palabra que golpea sin sentido? Una luz que se apaga en la mitad de la noche? quiero decir nazco y muero en tu ternura habitada lentamente por todo mi continente de desvelos.
Un vendaval regresa sacudiendo los ventanales/ desde no sé qué mares, llegan de repente la agonía, lo visceral y esa justificada costumbre de dejar todo en silencio como una ausencia como un sol que se aferra a la luz antes de morir con la tarde. Qué es entonces el tránsito de los años? es acaso empezar a cargar la vida, ayudarla a cruzar la calle, a vestirse, a descubrir los sonidos y los rincones? Qué viento se está llevando los días y el árbol del niño qué fui entonces? Qué voz me ha dejado mudo en una noche sin tiempo?/ no se, pero soy el que siempre se queda el que mira detrás de la ventana, el que viaja por un continente de sueños y lleva en el pecho un mundo que ha visto. La vida, otra vez me está llamando, invitándome a quemar la última gota de aliento de este/ mi corazón que se empecina en morir enamorado.

A propósito de las recomendaciones

debería evitarse de vez en cuando salir y esperar un destino en cada esquina. intentar la dirección de esos otros ojos que buscan. regresar sin ellos, cerrar la puerta del día y pisar el duro sueño otra vez vacio.
  "Cuando amanezca, descubriremos otra ciudad. " por  Oscar Barrionuevo “La metáfora de la resignación, la esperanza y los orgullos que dan escalofríos en una crónica de Carlos Monsiváis” En este trabajo abordaré aspectos de la crónica urbana de Carlos Monsivais, centrando el análisis en “La hora de la identidad acumulativa, ¿Qué fotos tomaría usted en la ciudad interminable?”, crónica que forma parte de su libro Los rituales del caos. Tomo como punto de partida y disparador para reflexionar, algunos interrogantes extraídos del artículo El rol de la crónica en América Latina, escrito por Julián Gorodischer: “¿Qué, cómo, sobre qué y de qué manera escribir en el campo de la narrativa de realidad para sintonizar con las ciudades desmembradas, la exclusión y la miseria, la concentración de poder pero también los nuevos flujos migratorios, (…), la explosión de expresiones culturales y la privatización de los recursos naturales que caracterizan al siglo latino
Alguna vez  tuve la suerte de conocer una pequeña ciudad en el sur de Francia: Lourmarin. Esta pequeña pero bella ciudad fue la que eligió Albert Camus para pasar parte te de su vida.  Fue amigo de Jean-Paul Sartre pero con una rivalidad explicita. Le gustaba el fútbol. Nunca adhirió al partido comunista. El dìa de su entierro ,falleció en un accidente automovilístico, fueron los jugadores de su equipo quienes cargaron su féretro. Fui a visitar su tumba. Una humilde tumba, con una lápida de piedra se visualizaba entre las flores y recordatorio que la gente dejaba. Albert Camus, aquel pied- noire , hijo de madre argelina, fue uno de los grandes escritores quien a los 44 años ganó el premio nobel. Fue ese hombre capaz de escribir en medio de la desesperación , en un contexto en donde nadie era dueño de su vida, como ahora , como hoy. Por eso comparto este texto escrito en 1953. Lo recordé cuando se lo escuche leer a la actriz Marilù Marini. Camus levantaba las banderas de la esperanz
Poema XXXVII fue tan en vano haber sido uno como haber sido todo del otro, haber rastreado cada asombro y cada gris porque al final hoy, ya lo ves ¡qué extraños somos! ¡qué desconocidos!
La última vez que lo vi paramos en un hotelito de Almagro. Le costaba caminar, tenía un problema en una de las piernas. Esa noche hablamos hasta el hartazgo, bebimos ginebra, la bols, la que a él le gustaba. Recordamos viajes por Chile, por Madrid, por París. Al otro día hicimos un recital en Montevideo junto a nuestro hermano Quintero. Después del recital se perdió por las calles de Montevideo. Lo encontré en un barcito viejo, sentado en una mesita de afuera, debajo de un árbol, leyendo. Me preguntó por Quinteros. Le dije que me había peleado la noche anterior por cosas con la que no acordaba. Me dijo, 'dejalo, ya le va a pasar, seguro que anda enamorado. Pero cuando anda así escribe más. Te acordás las veces que nos peleamos nosotros? Te acordás de Alcalá de Henares, de Barcelona? y ves, estamos en Uruguay y ya se nos pasó. Julio era un tipo muy sensible, viajaba por dentro y por fuera, por su extensa patagonia. Lo extraño mucho. El día que murió sentí que se había ido parte
Poema 50 Se vive al pie del deseo como la marea que no conoce la orilla se toma por armadura el anhelo se impulsa la flor aun el llanto se pinta leyendas se cree como los otros creen se es príncipe en su propio palacio y rey en el tormento se posee un laberinto lleno de espejos y se muere, a la hora exacta en que uno ha aprendido a vivir.
Un largo horizonte Un vendaval regresa sacudiendo los ventanales/ desde no sé qué mares llegan de repente la agonía, lo visceral y esa justificada costumbre de dejar todo en silencio como una ausencia como un sol que se aferra a la luz antes de morir con la tarde. ¿Qué es entonces el tránsito de los años? ¿Es acaso empezar a cargar la vida, ayudarla a cruzar la calle, a vestirse, a descubrirle los sonidos y los rincones? ¿Qué viento se está llevando mis días y el árbol del niño que fuí entonces? ¿Qué voz me ha dejado mudo en una noche sin tiempo?/ No se, pero soy el que siempre se queda el que mira detrás de la ventana, el que viaja por un continente de sueños y lleva en el pecho un mundo que ha visto. La vida, otra vez me está llamando, invitándome a quemar la última gota de aliento de éste/ mi corazón que se empecina en morir enamorado.