Fuimos sus alumnos. Con ella leímos el mio Çid.
Sí, cabalgamos a la grupa de la España literaria de la Edad Media montado en el Babieca. Cruzamos los ríos del plateresco de la mano de Melibea. Rinconete y Cortadillo fueron nuestros amigos. Y ahí estaba el siglo de oro y nuestra juventud al viento sobre Rocinante. “Aquellos que allí ves, respondió su amo, de los brazos largos, que los suelen tener algunos de casi dos leguas. Mire vuestra merced, respondió Sancho, que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que volteadas del viento hacen andar la piedra del molino. Bien parece, respondió Don Quijote, que no estás cursado en esto de las aventuras; ellos son gigantes, y si tienes miedo quítate de ahí, y ponte en oración en el espacio que yo voy a entrar con ellos en fiera y desigual batalla” (cap. VIII del Quijote de Cervantes).
Distintas generaciones de alumnos estuvieron acompañando a la Prof.. Aída “Panchita” Frías de Zabaleta en la reinauguración de la remodelación de la vieja casona de Las Heras 29, el Circulo de Magisterio, el que 1905 era conocido como la Escuela Pedagógica Sarmiento.
Hace no mucho tiempo este edificio estaba deteriorado, pero su servicio cultural a la sociedad nunca se detuvo.
Una gestión y una decisión política pueden mucho. El Gobierno de la Provincia de Tucumán, a través del Ente de Infraestructura Comunitaria, trabajó para que el anhelo de una Comisión Directiva se cumpliera.
He visto esa noche emocionada a “Panchita”. He visto emocionados a muchos de los que transitan observando y preocupados por los rescates de nuestros mojones culturales e históricos. Y quizás muchos temas quedan para la reflexión, pero me parece importante recalcar uno: la fuerza de la lucha constante, aún la adversidad, por llegar a los objetivos.
Hoy ese salón central que conservan documentos únicos en la provincia están a resguardo, ya no se llueven los techos. Los talleres para ciego, el de pintura, el de ajedrez y la escuela títeres, funcionan en un lugar acogedor. Gracias “Panchita”, por seguir enseñándonos que “la vida es sueño” y que para que algo sea realidad es necesario soñarlo primero.
Distintas generaciones de alumnos estuvieron acompañando a la Prof.. Aída “Panchita” Frías de Zabaleta en la reinauguración de la remodelación de la vieja casona de Las Heras 29, el Circulo de Magisterio, el que 1905 era conocido como la Escuela Pedagógica Sarmiento.
Hace no mucho tiempo este edificio estaba deteriorado, pero su servicio cultural a la sociedad nunca se detuvo.
Una gestión y una decisión política pueden mucho. El Gobierno de la Provincia de Tucumán, a través del Ente de Infraestructura Comunitaria, trabajó para que el anhelo de una Comisión Directiva se cumpliera.
He visto esa noche emocionada a “Panchita”. He visto emocionados a muchos de los que transitan observando y preocupados por los rescates de nuestros mojones culturales e históricos. Y quizás muchos temas quedan para la reflexión, pero me parece importante recalcar uno: la fuerza de la lucha constante, aún la adversidad, por llegar a los objetivos.
Hoy ese salón central que conservan documentos únicos en la provincia están a resguardo, ya no se llueven los techos. Los talleres para ciego, el de pintura, el de ajedrez y la escuela títeres, funcionan en un lugar acogedor. Gracias “Panchita”, por seguir enseñándonos que “la vida es sueño” y que para que algo sea realidad es necesario soñarlo primero.
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